Un nuevo fragmento humeante se retira de las brasas ardientes de la Fonda amurallada de Musgrave, para servirlo jugoso a los lectores de La niebla de Malfario. Los siguientes continúan cocinándose a fuego lento.
Al abrigo de la tormenta, nuestros protagonistas disfrutan de una merecida y deliciosa cena en Desconocidos de taberna.